Habrá quién no sepa distingir entre esos artistas que están en constante evolución y quienes repiten una y otra vez la misma formula que un día los hizo famosillos, pero la realidad es que el verdadero arte, o por lo menos el más arriesgado siempre te obliga a reinventarte y, con valentía, afrontar nuevos retos, los cuales los muchos o pocos que te siguen no siempre puedan comprender o asimilar. Un ejemplo claro en mi caso es esta última etapa creativa improvisada de 3 álbumes en los cuales he experimentado la creación en el mismo momento de la grabación, primero con Skin/Piel (el cual aún siendo improvidado mantiene unas estructuras de canción y tiene calidad sonora), y luego los hermanos REC y REC 2, estos últimos no solo grabados improvisadamente, sino que, además, para evitarme todo el trajín de cables, pistas, pedales, configuraciones, ruteos, micros y todo lo que una grabación profesional requiere, han sido grabados tanto guitarras como voces con un móvil, y los FX los he metido después, y claro, eso no te da un resultado de calidad bestial, pero a su favor diré que capta momentos muy puramente creativos que de otra manera jamás habrían sugido. Esto ha llevado a que muchos de mis oyentes se sientan defraudados o, cuanto menos, se hayan alejado un poco de mí y de mí obra, que como digo, soy de los que piensa e intenta ser una especie de explorador musical y me gusta adentrarme en mundos sonoros que no siempre han sido del agrado de quién me seguia en diferentes etapas. De hecho por mi parte, con respecto a otros artistas o grupos, siempre he ido guiado de la mano del artista o grupo y ellos me han ido descubriendo nuevas sonoridades las cuales tal vez en un principo no asimilé bien y luego me encantaron, por ejemplo los discos Load y Reload de Metallica, o La Ley Innata de Extremoduro, el Roots de Sepultura o el Tubular Bells III o el The Millrnium Bell de Mike Oldfield. Es decir, siempre he ido evolucionando con los artistas mientras así lo han hecho, gente como Elvis Presley, The Beatles, The Police, La Polla Records, Metallica , Megadeth , Sepultura, Extremoduro en el Rock, los cuales algunos evolucionaron hasta un punto y cuando vieron que sus fans quedaban decepcionados decidieron repetir o imitar formulas que habían nacido en el pasado fruto de una evolución natural y que tomaron como su propio estilo definitivo para complacencia de los más y para aburrimiento de los menos, que entre estos últimos me incluyo. O en otras músicas gente como Franco Batiato, o Denis Ruso, Camilo Sexto, Monica Naranjo, Amaral, Vetusta Morla, Izal o Zahara también son ejemplos de evolución en su arte, y como no grandes como Vangelis, Genesis, Yanni, Kitaro, Jean Michel Jarre, y el más camaleonico de todos Mike Oldfield, o el mismisimo Beethoven han sido autentocos maestros de la evolución y la investigación y experimentación en su música, y siempre habrán los típicos que valoren más ese primer o segundo disco que todo lo que hicieron después, pero lo más bonito de ser creadores es abrir nuevos caminos sin mirar si te va a funcionar mejor o peor con tu público, y creo que como oyente es esa la experiencia más gratificante también, la de dejarte descubrir por el artista nuevas formas y nuevos caminos que tal vez no entraban en tus planes pero que, si eres minimanente curioso y abierto, y no eres de los que te encanta regodearte en el pasado una y otra vez aburriendo a los vecinos con las mismas canciones de siempre, encontrarás en esa evolución del artista todo el sentido que tiene precisamente la búsqueda y el descubrimiento, y descubrirte como vas cambiando a la par que ese artista o grupo lo hace.
Así que poco me importa si los hermanos REC no sean considerados como yo creo que merecen, sobre todo porque hay que tenerlos bien puestos para, primero, crear álbumes improvisados en el mismo momento de la grabación, sin opción a cortapegas, ni ediciones en las pistas o grabar multipistas, ni nada que tenga que ver con las mil y una maneras de engañar o tapar los errores que tenemos hoy en día los artistas, y por si fuera poco, yo que siempre busqué la máxima calidad sonora, porque se perfectamente que en buena parte ésta va unida a la emoción, me he atrevido a dejarla de lado a cambio de momentos únicos que tan solo podían ser grabados de esa forma tan espontanea como lo es darle al rec al móvil y empezar a fluir, sabiendo que el sonido que éste va a recoger no es que no vaya a tener la calidad de una grabación profesional, sino que ni siquiera va a ser ni por asomo fiel a lo que en esa pequeña habitación donde los he grabado se escucha en el momento de la interpretación improvisada y creativa, pero asumí el riesgo y en esta etapa quise que así fuera. De hecho hay millones de casos en la historia de discos que no tienen una gran calidad sonora, por las circunstancias que sean, y, sin embargo, sabemos que tienen un algo especial que los hace únicos. Pues algo así, sin ser absolutamente pensado, he intentado yo con estos últimos álbumes, que por cierto el próximo 21 de Octubre sale REC 2 en todas las plataformas digitales, un álbum que no solo improviso y creo con la guitarra, sino que también con la voz y con las letras, creadas en el momento con facilidad por ser cuestiones que tengo muy mascadas en mi interior. Una de ellas la recita el creador Jesús Valenzuela (Tsode), el resto yo mismo.
En fin, que podría estar hablando de lo que es evolucionar y sobre todo experimentar y ser guiado por tu propio espiritu en una búsqueda durante horas, y aún así es seguro que a la inmensa mayoría de los que me siguen o me siguieron no les voy a convencer y preferiran discos del pasado, un estilo que ya aviso que no he abandonado, sino que he aparcado para jugar a otro juego con otras reglas y con otras sonoridades, ya que mi ser siempre tenderá a mis inpulsos y necesidades creativas, y, como dice Bunbury en una de sus canciones, «No te confundas, cuanto más me limito más me libero de la maldición de la grandeza», porque claro está que si estuviera buscando gustar al máximo numero de personas posibles y agradar a mis fans no me habría embarcado en esta etapa de dos años que termina ya en los que he sacado 3 álbumes improvisados con mayor o menor calidad sonora.
Así que ahora toca retirada de golpe e ir pensando en un nuevo salto que me lleve a «mi estilo habitual» pero con un avance hacia el futuro, musicalmente hablando, que me tendrá en sequía creativa uno o dos años (supongo) para después, a base de todas las ideas disparatadas que habrán ido pasando por mi cabeza y, sobre todo, a base de todo lo que la vida me traiga en experiencias y sentires, comenzar, esta vez sí, con uno de esos álbumes que, si todo va bien, la salud lo permite, y las musas me vsitan, callará más de una boca que intuyo me da por muerto ya. Olvidan que tengo la manía y sobre todo la necesidad de crear, buscar y explorar asumiendo todos los riesgos que ello conlleva, y haciendolo de la forma que mi propio ser me lo pida y la propia vida con todos sus entresijos me lo permita.
Nada más.
21 DE OCTUBRE – REC 2 – El fin de una etapa controvertida y poco valorada que a su vez me ha llenado de libertad completamente. El resto será historia o… no será nada.